Recordando a los Buenos

Porque a los buenos siempre se les rinden honores.

Hoy se celebran las honras fúnebres del ex-presidente de la República de Panamá Jorge Illueca, un día después de otro aniversario del fallecimiento de "Panzer" del fútbol, Rommel Fernandez, y queremos recordar con orgullo a dos individuos que llevaron notas de alegría a nuestro país durante su paso por la tierra.




Jorge Enrique Illueca Sibauste, nacido en Ciudad de Panamá, un 17 de septiembre de 1918, fue un diplomático y abogado panameño. Fue Presidente de Panamá desde el 13 de febrero hasta el 11 de octubre de 1984, reemplazando constitucionalmente al renunciado Presidente De la Espriella.

 Fue embajador de Panamá en la ONU desde 1976 hasta 1981, y Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá desde 1981 a 1983. En 1982 fue elegido segundo vicepresidente del país; entre 1983 y 1984 fue Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas y en 1984 asumió como Presidente Constitucional de Panamá debido a la renuncia de Ricardo de la Espriella hasta la realización de las elecciones presidenciales del mismo año. 



Rommel Fernández nació el 15 de enero de 1966 en el popular barrio de El Chorrillo en Ciudad de Panamá, con estatura de 1.85 metros y 81kg de peso lo convertía en un corpulento delantero, temido por los defensas de los diferentes clubes de la primera división española. 

Dio sus primeros pininos a la edad de 4 años en el popular y más reconocido Club de Panamá el Plaza Amador. A la edad de 15 años jugaba en el Atlético Panamá, aunque posteriormente fue traspasado al Alianza FC. En el año 1986 viaja a Tenerife para jugar el Mundialito de la Emigración, en el que participaban jugadores de ascendencia española. En ese torneo mostró sus dotes de delantero goleador y su poderoso remate de cabeza, que lo daría a conocer como "El Panzer", y el Tenerife le ofreció un contrato para jugar en la Segunda División. 

Tras una primera temporada marcó ocho goles, con lo que logró ganar la simpatía de la afición chicharrera, triunfó al año siguiente, marcando 19 goles, que sirvieron para que el Tenerife ascendiese a Primera División y permaneciese allí como un fijo en la alineación durante la 1ª División. Estuvo en el Tenerife hasta la campaña 1990-1991, en la que fue comprado por el Valencia CF. No consiguió adaptarse al club levantino, y al año siguiente fue cedido al Albacete en el que recupero su capacidad goleadora. Para el año de 1993, Rommel Fernández Gutiérrez era considerado el deportista más importante del país de Panamá y la Federación Panameña de Fútbol decidió que el Estadio Revolución pasara a llevar su nombre, inmortalizando al mejor delantero panameño de todos los tiempos.