Porque muchos dicen no tener tiempo.
Hoy 25 de diciembre se celebra alrededor del mundo una fiesta muy esperada, la navidad. Muchos se mantuvieron esperando la hora cero desde ayer esperando abrir sus regalos, otros platicando con familiares y amigos, otros simplemente durmiendo o en fiestas, pero dentro de todo, ¿estamos tomándonos el tiempo para verdaderamente celebrar este momento importante?
A lo largo del tiempo esta celebración ha tomado un giro comercial increíble, siendo una etapa de movimiento económico masivo a nivel mundial, en nuestro terruño, décimos, bonos y otros extras son entregados a la "mano de obra" laboral para ser gastado en diferentes comercios para asuntos de esta festividad. en mi casa adicional a esto, a varios de los miembros nos regalaron pavo, jamón y la clásica rosca navideña que se consume en la tradicional cena de esta fecha. y en el interín de la espera del 25, no hacen falta las bombitas, las estrellitas y los cohetes (que siempre bannean pero siempre terminan comprando) sonando en las calles y asustando a los perros y niños pequeños.
Nada de esto es malo, yo personalmente no tengo queja de los regalos que he recibido, ni de los que he tenido la oportunidad de dar, al igual de la comida, que no faltó ni ha faltado nunca. Pero dentro de todo lo acontecido nos estamos tomando el tiempo para celebrar y agradecer el regalo que se nos dio hace mucho tiempo, y que por el cual se implementó esta celebración en un principio, el nacimiento de la esperanza, el nacimiento de Jesucristo.
Como cristianos que nos llamamos (los que decimos serlo, aquí excuso a los que no lo sean y lean esto) ¿cuanto en estas fechas le recordamos esto a las personas a nuestro alrededor?, cuanto hacemos valer la importancia de estas fiestas, no solamente compartiéndolas con nuestros conocidos , sino con los que tal vez se vean sin recibir un regalo de nadie (al parecer), cuanto recordamos el amor que alguién a quien nunca vimos en persona demostró por nosotros al dar lo mejor que tenía a cambio de nuestra maldad, cuando un muchacho vino al mundo para recibir todo el "carbón" que era para nosotros por nuestras maldades, para que nosotros viéramos el regalo más increíble.
Hoy quiero animar a aquellos adultos y jóvenes, que recuerden y conmemoren esto y lo pasen a sus hijos y hermanos, conocidos y próximos a conocer, no como el único día del año en donde te acuerdas de la hazaña heroica de este chaval, sino en el día en el que puedes ver todo lo que pasó del año en curso y analizar si con tu vida estás agradeciendo el regalo que se te dio mucho antes de que nacieras, y ver que puedes tomar y mejorar, para que el próximo año llegues a esta fecha con alegría recordando el buen uso que le has dado al regalo más genial que te han podido dar, y el más grande motivo de celebración.
¡Felices Fiestas, Ciudadanos y el mundo entero!
La Bíblia, Isaías 9:5